lunes, 16 de mayo de 2011

de "El Arte de envejecer"



"Si alguien, de niño, fue dejado solo con excesiva frecuencia o durante largo tiempo antes de aprender o desarrollar confianza y esperanza, es posible que más tarde tenga sentimientos de desesperación parecidos a aquellos. Los recuerdos de su temprana infancia tienen el poder sobre él, lo han marcado a tal punto, que entra en pánico cuando está solo durante cierto tiempo"



(Riemann 120)









Leyendo el libro de Anselm Grüm encontré esta cita, me pareció interesante, puede que le sirva a algunos, especialmente, a los que tienen niños, y, que en familia aprendan a amar y a acompañar a los queridos "viejos".



Tuve abuelos, disfrute a tres de ellos, nunca estuvieron solos, siempre hubo un/a nieto/a cerca, siempre hubo un mimo para cada uno, siempre recibimos amor, calidez, caricias, ricas comidas y brillantes anécdotas. Todos llegaremos a serlo, si está en nuestro destino, entonces, ¿ no es mejor pasar esos días acompañados y con alegría?



14 comentarios:

L. Gispert dijo...

Muy interesante Norma. Cuando un niño se siente amado, protegido, cuidado, su madurez es más activa y equilibrada. Me encantan mis nietos, vivo y disfruto mucho con ellos. Son mis tesoros. Y si un día no los veo, parece que me falta algo.

Un beso,

Luis.

Leonor Rodríguez Rodríguez dijo...

Bello, interesante blog en su pensamiento.
Saludos afectuosos.
Leonor

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Pero ¿Te has dado cuenta lo guapas que hemos quedado? Cogiditas de la mano camino de ¿donde? Porque no pretenderás ir a una de esas guarderías que guardan tantos años y que zasssssssssssssssssss, te envían con rapidez con un Amigo llamado Dios, claro que no tenemos que tener miedo porque nuestra amiga Montse, se encargará de ponernos en buen sitio, digo "arriba" ¿Comprendes? Niña, tenemos que hacer algo de broma, de lo contrario estamos listas.
Besitos, dos de dos.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Ja, ja, ja.....
Supongo que la amiga Montse, de la que habla nuestra querida amiga Higorca soy yo, bueno, si Dios quiere de aquí muchos años, yo llego antes, ya os buscaré un sitio cómodo, en esta dimensión llamada Cielo pero esperemos que muuuuuuuuuuuuuuuuchos años.
Besos, Montserrat

Mabel dijo...

Hola Normita, que hermosas estamos!!! una pinturita!!!, jajaja.
No sabés lo cierto que es lo que expones. Mi papá siempre me decía de muy chica que aquel que tiene una buena infancia, tiene ya un buen pilar en su vida adulta para desarrollarse.
Para mi es la etapa más importante del ser humano.´y que debe ser muy cuidada y protegida, porque es la más corta, en la que más se aprende, en la que se es totalmente indefenso y la más vulnerable, por eso si suceden cosas malas, dejan secuelas que te marcan de por vida y eso suele pasar por negligencia de los mayores. Por eso desde pequeños hacerles ver que así como los mayores los cuidan y los aman ellos también deben acompañar y amar y cuidar a sus mayores.
Besitos

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Buena entrada amiga Norma.
Naturalemente que es preferible para el desarrollo de una personalidad, que desde la infancia se prolijee el cariño, una atención apropiada y tener la compañia de los papás y abuelos.
Hay que saber llegar a viejos con los sentimientos del amor bien aflorados para regalarlos
Con ternura
Sor.Cecilia

Edit dijo...

A mi también me gusta el Pafre Grum, es muy especial.
Tu meditación es un llamado de atención para cuidar y mimar a viejitos y pequeños.
Es una entrada muy valiosa.
Si no sembramos amor, no somos nada.
Cariños.

María Bote dijo...

El recuerdo entrañable e imborrable del abuelo que conocí, me acompaña siempre y, ahora, mi ilusión y alegría son mis tres pequeñas nietas.

Es la más desinteresada, sosegada y maravillosa de las relaciones.

Besos. María

Norma dijo...

Gracias a tod@s por leerme y por la buena onda que pusieron ante una realidad.
Besosssssssssssssssssssssssss

La abuela frescotona dijo...

NORMA QUE BONITO Y ESPERANZADOR, ASÍ DEBIERAN ESTAR LOS EXTREMOS DE LA VIDA, ACOMPAÑADOS DEL AMOR Y LA FLIA.
TE ABRAZO QUERIDA AMIGA MIA

Sil dijo...

Norma, cuanta verdad. Amé a mis abuelos, por ende ambos se fueron estando conmigo. Hoy el recuerdo de ellos es dulce, protector y fueron los que me dieron siempre ese oxígeno que necesitaba.
Gracias por esto.
Te quiero
Sil

Kellypocharaquel dijo...

Un placer regresar a tu maravilloso blog.Los Afectos nos marcan las rutas y en la niñez son indispensables para un crecimiento pleno de luz y en el ocaso de la vida el mejor premio.
Gracias por tu visita y comentario.
Abrazos y besos
Raquel

Eva Magallanes dijo...

¡Claro que sí, Norma!, yo fui bendecida con la posibilidad de haber estado muy cerca de mis dos abuelas y mis dos abuelos, mi infancia no hubiese sido la misma sin ellos/as. Hoy, son mis bellos fantasmas con los cuales converso a menudo y los evoco siempre. Actualmente trabajo cuidando y atendiendo a un matrimonio de ancianos y es una experiencia intensa y bella.
El abandono a los niños y a los ancianos es una muestra de desamor vergonzosa.
Todo mi cariño!

Anónimo dijo...

Buenisima la foto!mar