domingo, 3 de agosto de 2008

Un hombre,...una vida


(Vista de playas de Niza)
Marcos Levit (I)

Querido lector, llegamos a Marcos. ¿Será el protagonista central?, ¿será el último de los protagonistas del cuento?,…veremos como transcurre su vida, en una de esa el protagonista del cuento, terminas siendo tú.



… Como hemos visto, Marcos nació en el seno de una familia de clase media, que se fue acomodando gracias al trabajo, y, al apoyo familiar basado en el amor.
Si bien las familias de los abuelos estaban distanciadas con los padres, éstos, no le prohibían verlos y cada tanto viajaba con su hermana al campo y/o hasta San Martín en el Gran Buenos Aires.
Sara se desvivía por atenderlos, ya era grande, veía poco, pero a pesar de su salud resquebrajada se las ingeniaba para jugar con ellos y prepararle kuguel, que según los niños,…”eran los fideos más ricos que habían comido en su vida”…
Marcos había heredado la vocación y el profesionalismo de su padre, y, las destrezas manuales de su madre.
Ya arquitecto, con inclinaciones hacia el arte, dibujaba, pintaba, trabajaba en el estudio de su padre, y, de tanto en tanto, amasaba la arcilla que lo transportaba a otro mundo, lo energizaba, le ayudaba a descubrir su interior, de dónde venía, hacía dónde iba. Así y todo, no podía entender las luchas y discriminaciones étnicas que se daban, y, hacia pueblos determinados.
El mundo que se había creado, era la arcilla y él, y estaba dispuesto a no abandonarlo mientras viviera.
Cuando juntó algo de dinero se tomó 45 días de vacaciones.
Marcos marchó a la aventura, se fue a la India donde estuvo en Calcuta y en el Tibet, luego visitó en Tailandia al Buda de Oro.
En estos lugares encontró la paz espiritual que tanto buscaba. Sintió la misma energía que sentía cuando amasaba la cálida arcilla. Se sentía pleno, lleno de luz.
Como aún le quedaba algo de dinero, viajó a Correns a visitar a su tía Judit y a conocer la clínica de Niza.
Un día,…recorriendo las playas del sur de Francia, arenas claras, mar azul y un ambiente europeo selecto, encuentra a su prima con una amiga londinense, Margareth, que estaba de vacaciones.
No pasaron ni 48 hs que ya fueron pareja. Se hicieron muy compinches, siempre juntos, por la noche vivían su amor frente al Mediterráneo, que los espiaba, y, envidioso los cobijaba. El mar a veces se confabulaba con el viento, y, ambos, creaban una suave y fresca brisa, que entraba por la ventana entreabierta del cuarto de los enamorados, y, así acariciaban a la pareja que yacían, desnudos, abrazados y dormidos, en su lecho de amor.
Marcos, ya, no tenía dinero, pero su amor por Margareth le impedía el regreso. Decidió aprovechar sus conocimientos lingüísticos y empezó a trabajar en uno de los restaurantes de la Costa Azul. Así, se mantuvo tres meses,...le alcanzaba para pagar una pieza, frente al mar, en una casa amiga de la familia de Margareth, donde se hospedaba, ella, también.
Y, el amor da sus frutos, a orilla de ese mar tan azul, en ese lugar realmente paradisíaco, pronto tuvo la feliz noticia que sería padre.
Toda su plenitud espiritual, estuvo presente en ese momento.

No hay comentarios: